Nota de Manolo García
Naufragando en mi estudio entre libros mal estibados en sus neomodernos estantes de pacotilla y monstruosos montones de periódicos y revistas que en realidad no sé porqué guardo; intentando en la extrema y desazonadora canícula veraniega sobreponerme al desorden y el caos, he encontrado unas páginas de El Periódico de Catalunya (de finales del siglo pasado) donde aparezco dando autobombo y loas promocionales con motivo de la aparición de mi primer disco en solitario tras la disolución de EUDLF, Arena en los bolsillos. He intentado que se pudiese reproducir aquí este artículo al completo como constatación harto sabida de que el tiempo vuela y de que no somos nada, y menos en calzoncillos (incluidas por supuesto las féminas). De momento no lo he conseguido pero no tiene mayor importancia.
¡Y qué os voy a decir! Me ha entrado un pelín de nostalgia y unas ganas desmesuradas de salir corriendo en todas direcciones o, más concretamente, de salir a la carretera, de hacer doscientos discos más con sus correspondientes doscientas giras, de pintar siete mil cuadros como mi admirado Frederick Remington o, ya puestos, retirarme a las Islas Filipinas en busca de la huella poética del ínclito y nunca suficientemente bien ponderado poeta Gil de Biedma. O qué se yo, desaparecer en el invierno austral y dedicarme tardíamente al oficio de aprendiz de gaucho solitario en alguna remota hacienda dedicada a la cría de ganado lanar. Al por menor, eso sí.
Como todo esto que acabo de mencionar es bastante improbable, volveré al terreno de lo factible. A partir de septiembre pretendo aportar nuevas entregas de mi dislocado intelecto, que me fustiga obligándome a más, al ya desmesuradamente concurrido caos de la pretendida cultura popular terrícola.
Por mi parte, amenazo con aportar algunas novedades musicales y pictóricas este otoño-invierno. Después de tantos años, me pregunto cómo coño puede seguir haciéndome tanta ilusión.
Buenas vacaciones, el que las tenga, y ánimos el que no. Como veis, no estoy cerrado por vacaciones sino con la persiana bajada trabajando en camiseta de tirantes, blanca para más señas, y chancletas de camuflaje.
De momento, un saco de cemento, como siempre. Y no os achicharréis demasiado. O achicharraos tanto como queráis.
Pd: Stop al cambio climático, demostradamente causado por la actividad humana, YA. Y va en serio.
M. García García
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